El ministro del Interior de la Nación, Guillermo Francos, afirmó que son altas las expectativas del gobierno de Javier Milei respecto al nuevo tratamiento que tendrá en el Congreso la Ley de Bases. “Ahora me parece que es muy sólido el acuerdo al que se ha llegado y no veo un motivo por el que no pueda aprobarse”, afirmó en una entrevista exclusiva con LA GACETA antes de participar del Foro Económico del Noa (Fenoa).
El funcionario nacional dialogó con los periodistas Gabriela Baigorrí e Indalecio Sánchez respecto a la discusión que hay en torno al proyecto de Ley de Bases y el Pacto de Mayo, la situación económica en la que se encuentra el país y su relación con el gobernador Osvaldo Jaldo, entre otros temas. “Jaldo es un gobernador que se preocupa por los intereses de su provincia. No sé si decir que es un aliado, porque es un gobernador de extracción Justicialista, pero ha tenido actitudes para mí que son muy valiosas”, destacó Francos.
-¿Qué expectativas tiene el Gobierno con la nueva discusión del proyecto de ley de bases?
- La expectativa es buena, porque es una ley que venimos discutiendo hace cuatro meses. Hubo un fracaso inicial, no se aprobó por algunas diferencias en su análisis en particular que trabaron la continuación. En esta nueva etapa hemos trabajado intensamente con los distintos sectores de la Cámara para conseguir un proyecto que estuviera de acuerdo y lo hemos conseguido. Entendemos que entrará la sesión y va a ser aprobado. Hay un consenso mayoritario importante.
-¿No cree entonces que haya un margen para el error, como pasó la vez anterior?
- No, no. Creo que es diferente esta vez. Me parece que en su primer tratamiento tal vez era un proyecto muy importante y en poco tiempo. Abarcaba muchos temas. En segundo lugar, nosotros pensamos que teníamos las condiciones para poder tratarlo y a lo mejor no interpretamos suficientemente bien el momento. Creo que son también las equivocaciones de un Gobierno que recién comienza. Tenemos un bloque de diputados muy joven, también muy nuevo y un espacio nuevo. Había un caldo de cultivo diferente para el tratamiento de la ley del que existe en esta oportunidad. Ahora me parece que es muy sólido el acuerdo al que se ha llegado y no veo un motivo para que no pueda aprobarse.
-¿Y cómo se relaciona con los gobernadores para el Pacto de Mayo?
-El primer paso para el Pacto de Mayo era la aprobación de la ley. Estamos en la etapa de Diputados, nos falta el Senado de la Nación. Claramente en el Senado hay un bloque opositor que está muy consolidado también y tenemos el apoyo de muchos gobernadores que están acompañando el proyecto porque hay muchos intereses provinciales. Es cierto que hay senadores que no acompañan, pero tal vez los gobernadores deberían explicarles a muchos de ellos que acá hay temas que hacen a la explotación de recursos, de muchas provincias, e inversiones en esa explotación de recursos en las provincias que le convienen a todos sus pueblos. Con lo cual yo creo que cada uno de los gobernadores, seguramente, hablará con sus senadores para decirles qué expectativa tiene de que la ley se apruebe para generar actividad económica y recursos para las provincias.
-¿Es Jaldo uno de los aliados más importantes del Gobierno?
-Jaldo es un gobernador que se preocupa por los intereses de su provincia. No sé si decir que es un aliado, porque es un gobernador de extracción justicialista, pero él ha tenido actitudes para mí que son muy valiosas. Él separó a los diputados propios del bloque Unión por la Patria porque entendían que ese bloque no estaba defendiendo los intereses de la provincia en una situación de crisis. Entonces dijo ‘no, yo quiero que a este Gobierno le den los instrumentos que necesita para gobernar porque yo necesito los instrumentos también para gobernar’. Entonces me parece que él ha tenido la actitud justa de un político inteligente, que se da cuenta cuál es la situación que atraviesa el país. Al margen de eso, he construido con el gobernador Jaldo una relación personal muy buena porque veo que es un hombre de buenas intenciones, que entiende la gravedad del momento que atraviesa la Argentina y está dispuesto a apoyar y a colaborar en todo lo que sea necesario, esperando también reciprocidad para su provincia.
-En las negociaciones que tiene con los gobernadores, ¿hay algunos que dicen ‘por favor, que no hable más el presidente o que deje las redes sociales para no desarmar todo lo que viene armando y atando al ministro del Interior?
-A veces el Presidente es muy vehemente en algunas de sus posiciones. El presidente Milei tiene una personalidad disruptiva para la política tradicional y creo que todos estamos aprendiendo a ver cómo convivimos con un Presidente que tiene estas características, pero tiene también, al mismo tiempo, una enorme convicción y fuerza para llevarla adelante. Por otro lado, las fuerzas políticas tradicionales que ven un fenómeno distinto, entonces todos tienen que tratar de acomodarse a esta nueva realidad. Si usted le pregunta a un político tradicional en la Argentina, de alguna de las fuerzas mayoritarias, cómo llegó este tipo a ser Presidente le van a decir que todavía se están preguntando; todavía están shockeados por la situación, porque Javier es un dirigente que prácticamente, como lo he dicho muchas veces en broma, iba caminando por la calle, de golpe entró a la Presidencia y se quedó. La verdad es que uno debería analizar las causas verdaderas de esa circunstancia. Esto pasa porque los argentinos han venido tomando conciencia de una situación que no se podía mantener. Por eso la gente hoy aguanta con mucha esperanza un momento complejo. Cada uno en su casa vive eliminando gastos, pero todos lo miran con esperanza, como también lo mira el Presidente de la República al tomar las decisiones que toma. Tiene una esperanza muy concreta de que todas estas medidas que está tomando hoy, de ajuste, van a resultar en un crecimiento y un rebote muy fuerte de la economía en los próximos meses.
-La ciudadanía está con esa sensación de hasta cuándo hay que sacrificarse…
-Creo que la sensación es cuánto tiempo va a pasar hasta que esto resulte. No sé si es hasta cuándo hay que sacrificarse. Creo que la gente está esperando la reacción de la economía. Saben que todo esto tiene un objetivo. Me conmueve ver la vocación que tiene la gente de un cambio cultural, de un cambio rígido. La gente dijo ‘esto no va más, tenemos que cambiar’ y estamos yendo en ese camino.
¿Están hablando viendo la posibilidad de venir el 9 de julio?
Siempre el 9 de julio y Tucumán están muy unidos, así que ojalá podamos estar. Creo que el Presidente seguramente va a tener vocación para eso, pero no lo puedo confirmar porque no lo he hablado con él.